jueves, marzo 17, 2011

11-03-2011. El peor dia de mi vida.

Era viernes, quedaba poco para acabar la jornada laboral, apenas 2 horas y cuarto y estaba deseando volver a casa para dormir un poco porque el día antes apenas había dormido unas 3 o 4 horas cuando sucedió uno de los peores capítulos de mi vida.

El dia era bastante aburrido. No había nada por sacar del almacén y estabamos dentro de éste comentando un par de cosas sin importancia cuando de repente todo comenzó a temblar levemente. “Mira, un terremoto”, dijimos todos, con voz de acostumbrados. Pasados 10 segundos el temblor se hcizo mucho mas intenso, mucho mas. Los 2 compañeros con los que estaba hablando cambiaron su semblante, se les puso la cara pálida y yo salí corriendo hacia fuera. Comenzó la pesadilla.

Cuando salí, nada parecía real. Como si fuera una película o una animación los edificios se tambaleaban como nunca habia visto, los árboles también... había mucha gente en la calle, pero todos en silencio, deseando que no fuese a más. Nos mirábamos y decíamos “sugoi”. Una señora de unos 60 años se acercó hasta la puerta del combini renqueante, no podia caminar... “no puedo, no puedo”, lloraba. Hablamos con ella para tranquilizarle mientras seguía de cuclillas y se escuchaba el sonido de un cristal rompiendose, aunque parece que no hubo más daño. Son 2 minutos que parecen 2 horas... o 2 semanas. Estaba totalmente aterrado, miedo puro. Esa frase que dicen de “si no lo vives no sabes lo que es” y nunca te crees pasaron a ser la verdad más absoluta.

Al acabar fuimos a “comentar la jugada”. Todos teníamos cara de miedo. A mí me temblaban las piernas. Alguien se fijó en que la mitad del aceite de las freidoras se había caído al suelo. Cuando el jefe comenzó a limpiarlo, el suelo comenzó a temblar otra vez. Mis piernas también (de hecho, no dejaron de hacerlo en horas). Lo sentimos casi igual que el anterior y las caras de todos eran de más pánico. Un panico tranquilo.

Yo me preocupo “igual ha sido muy fuerte y sale en España por la tele, tendré que llamar a casa o algo porque sino mi madre se preocupará sin motivo”. Intenté llamar y no había línea. Mientras uno  ponia otra vez en su sitio las todas lamparas fluorescentes seguimos trabajando porque pensábamos que no había pasado nada muy importante, aunque a mí me seguían temblando las piernas.

Poco antes de las 4 nos enteramos de dónde había sido el epicentro y de que parecía que había algún tsunami. Mis compañeros de Iwate y Sendai llamaban por teléfono pero no había línea. Yo tampoco conseguía hablar con Keiko ni con mi familia. Llamé a Cornell y tampoco me daba línea. Poco después nos enteramos de que tampoco había trenes. Se decía que el terremoto era de almenos magnitud 7.5 aunque me enteré mirando por internet que había sido, en ese momento, 8.8, y de que era uno de los más potentes de la historia. Comenzabamos todos a darnos cuenta de la magnitud de la tragedia.

Llegaron las 17 y los compañeros del siguiente turno lógicamente no llegaban. En ese momento me llegaba un mail de keiko diciendo “Se ha caido un mueble”, escrito a eso de las 15:00. Yo no sabia si podia “volver” a casa o me tenia que quedar, por lo que me quedé trabajando allí sin saber bien qué pasaba, sin poder comunicarme con nadie y trabajando a destajo porque los clientes estaban arrasando con todo.

Me llegaban mensajes de mi madre diciendo que si estaba bien y que le llamara, pero por mucho que contestara parecían no llegar los mensajes. Me puse muy nervioso y hasta sentía enfado. Después de relajarme un poco caí en que internet funcionaba en el móvil, así que decidí escribir en el blog de Vandal para ver si lo leían mi familia y vosotros los lectores. Parece que surgió efecto.

Me llegó un mail de keiko diciendo que me iba a venir a buscar en coche. Yo tenia pensado volver caminando a casa porque vi que había un enorme atasco en Tokyo, pero como los mensajes tardaban unas 2 horas en llegar me rendí... o esperarle o nada. Seguí trabajando y trabajando. A eso de las 21 nadie de nosotros teniamos fuerzas ya para nada, pero el reguero de clientes seguía, igual que las réplicas del terrible terremoto, aunque esta vez más débiles. Parecía que el suelo estaba todo el rato vibrando. Sólo tenia ganas de llorar de rabia por todo lo que estaba pasando, mis sentimientos estaban fuera de control.

A las 23 conseguí hablar fugazmente con Keiko por fin. Me dijo que estaba a 2km de Tokyo, que estaba bien y que necesitaba llegar ya y verme y que me queria muchísimo. A las 24:15 aprox. Me dijo el jefe que si quería que me cambiase y esperase a Keiko y así lo hice. 15 horas después. Pero ella no llegaba, por lo que me fui a la calle a airearme y a hacer unas cuantas fotos. Había comenzado a twittear lo que estaba pasando y de tanto intentar llamar por teléfono, usar internet y enviar fotos me quedaba sin batería. Volví a la tienda y un compañero me dejó un cargador. A las 24:30 volvió la comunicación. Hablé con mi abuela y con la cadena ser. Keiko llegó a la 1 de la madrugada.

En el momento en que nos encontramos lo que sentí fué una mezcla de alegría y alivio. Había tardado unas 5 horas en llegar y quedaba volver entre réplicas y caravanas... comentando lo que habíamos vivido, twitteando y viendo las noticias en la tele, donde se sucedían espeluznantes imágenes de tsunamis y me dí cuenta de la enorme repercusión del desastre natural que acabábamos de vivir. Llegamos a las 7 de la mañana a casa y entonces ví el armario en el suelo tumbado y roto. Pasé por encima de él para ir a la habitación-sala de estar-dormitorio y seguir viendo la televisión, no podía dormir.

El resto de la historia ya la sabéis...

Quiero agradecer a toda la gente que me ha mostrado su apoyo ya sea por mensajes en el blog, emails, twitter, facebook, teléfono, radio, talevisión, etc... vuestras palabras de aliento me ayudaron a seguir adelante y no desmoronarme. Gracias a todos, de verdad. No sabría cómo agrádeceroslo.

Un saludo.

11 comentarios:

  1. Una entrada muy emocionante... Te felicito, mucho ánimo y gracias por esa gran labor "periodística".

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  2. Mucho ánimo desde España, estoy siguiendo bastante a fondo lo que ha sucedido y lo que está pasando en Fukushima. Los periodistas hacen lo que pueden porque es un tema muy complejo. Los tertulianos de política igual analizan la fusión del nucleo de una central que las reformas de zapatero. UN DISPARATE. Lo malo que vivo con alguien que sabe mucho de energía nuclear y me dice que lo que dice el gobierno de Japón es imposible que este ocurriendo porque simplemente no es posible naturalmente. Después salen expertos, catedráticos de unis y demás y dicen lo mismo que mi compañero de piso. Así que no se que pensar. Solo desearos mucha suerte y que acabe la pesadilla.
    1 saludo desde España y gracias por la información.

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  3. Gracias, salud y suerte a tod@s vosotr@s y a tod@s los japoneses por vuestro equilibrio. Un fuerte abrazo. Manu. Valencia .

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  4. que lloro!!! te queremos mucho!!! para nosotr@s también estan siendo dias dificiles sin poderte ver "en persona"

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  5. los pelos de punta nacho, lo que ha orcurrido es espeluznante, menos mal que vosotros estais bien de verdad, tengo algun que otro conocido en japon y tambien me preocupé mucho por lo que les pasará, y a ti, porqué desde hace mucho que eres el "vandalero de las mejores fotos de japón que hemos podido ver" y nos preocupó que te hubiera pasado algo. De verdad, desde aquí tienes mi apoyo para lo que sea. un fuerte abrazo.

    Raúl Maldonado.

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  6. Nacho, he de confesarte que me preocupó mucho el tema por el amor que siento por Japón pero sobretodo porque da la casualidad de que conozco por lo menos a una persona que vive allí; tú. Me sentí muy impotente en el sentido en que no se puede hacer nada contra las fuerzas de la naturaleza por mucho que se intente y por otro lado porque me vi incomunicada para saber cómo estabais. Desde aquí quiero agradecerle a Isidoro Martínez que me pasara la dirección de tu Twitter para que pudieramos ver cómo relatabas el momento, cómo lo estabas viviendo. También quiero agradecer a tu madre que nos dedicara unas palabras esclarecedoras por Facebook. Fue todo un alivio. Ahora hay que sobreponerse e intentar afrontar la situación lo mejor posible que, tratándose de Japón, no dudo que renacerá como una nación que aprende de sus errores y mucho más fuerte.
    Un abrazo sincero de nuestra parte y me alegro de que tanto Keiko como tú estéis a salvo. Besos.

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  7. Bueno, una vez más, los pelos de punta, por lo que relatas ha sido un caos, todavia me acuerdo del viernes, que despues de ver las noticias intente saber de ti, quería saber si estabais bien, y que había pasado, busque en este blog(se me olvido que existía uno gemelo) y nada, en facebook tampoco, asi que estuve esperando a que hubiese un resquicio de esperanza, y fue entonces cuando lei en facebook que estabas twiteandolo todo y sin saber como funcionaba muy bien, me hice una cuenta y bingo! te encontré, por fin pude respirar tranquilo, y desde entonces me he estado informando de todo lo que te ha pasado desde alli, asi que, en resumen, me alegro muchisimo que esteis bien, y por mi parte decir que aunque la gente esté deseando salir de allí, yo estoy esperando que alguna ong monte una espedición para poder ir allí, por que según las imagenes es desolador.

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  8. Es la primera vez que leo tu blog y me ha hecho soltar alguna lagrima. Siento mucho todo lo mal que lo habéis pasado y estáis pasando.

    Un saludo y muchos animos desde España.

    Andrés Rodilana.

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  9. Un abrazo desde España, nacho. Un relato sobrecogedor. Mucha suerte.

    Almudena Andres http://twitter.com/#!/ANCARAL

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  10. Tu relato suena espeluznante, no me imagino viviendo aquella situación. Un fuerte abrazo y mucho ánimo con todo!

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  11. Joder... Fue muy emocionante hablar contigo esos días... y al leerte sigue siéndolo. Un abrazo!

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